Los escolares peruanos están al último de la fila en
matemática, ciencia y comprensión lectora. El examen PISA 2012,
impulsado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
nos sitúa en la cola entre 65 países. El ministro de Educación, Jaime Saavedra,
explica a El Comercio los malos resultados.
La
primera medición de PISA en la que participó el Perú fue en el 2000.
Comprobamos que, aunque hubo algunas mejoras, seguimos en el mismo lugar desde
entonces.
Los resultados indican que el Perú sigue a la zaga de los
países [miembros] de la OCDE y otros de ingresos medios en términos
de rendimiento educativo. Se han observado mejoras sostenidas en lectura desde
el 2000. En general, se reafirma que los cambios en educación no solo son
necesarios sino urgentes. Necesitamos cambios dramáticos en el sistema
[educativo]. El hecho de que continuemos últimos [en la lista] es el resultado
de un avance lento [en mejoras educativas] en los últimos 20 años. Los avances
no han sido de la magnitud ni de la profundidad que se necesitan.
¿Cuál
es la situación del Perú respecto a la región?
En América Latina participaron Argentina, Chile, Brasil,
Colombia, Costa Rica, México y Uruguay. Estamos a la zaga incluso de ellos. Hay
que tener en cuenta que nos ponemos una vara comparándonos con los países de la OCDE o
de ingresos medios. No tenemos el consuelo de compararnos con países pobres.
Estar últimos demuestra que la inversión en educación tiene que ser grande.
Según
investigaciones, en el 2021 habrá tres veces más escolares en colegios privados
que en públicos. ¿Esto revela el fracaso del sistema estatal?
Yo no haría esa extrapolación. El futuro depende de lo que
hagamos hoy, a mí no me interesa el pasado. Lo que tenemos que cambiar es la
lógica de que al colegio público va el que no puede pagar y que al privado va
el que sí puede. El sector privado es muy heterogéneo, hay colegios de élite y
colegios particulares de mala calidad. La etiqueta de
privado no garantiza que la educación sea mejor.
¿Usted
estimula la privatización de la educación o busca reforzar lo público?
Queremos una educación pública de excelente calidad. Eso
no quita que tengamos que aliarnos con el sector privado. Un buen ejemplo es
[el colegio] Fe y Alegría. Acabo de estar en el CADE y ellos [los
empresarios] están muy interesados en trabajar en la capacitación de docentes.
Si hay educación privada de paga, pues genial. Pero debemos quitarnos de la
cabeza la idea de que un régimen es mejor que el otro.
Finlandia
invierte el 6,8% de su PBI en educación. El Perú, en el 2012, asignó
el 3%. ¿Se aspira a llegar al 6% recomendado por el Acuerdo Nacional?
No creo que lleguemos a eso rápido, pero sí apuntamos. La
primera meta es asegurar que el sector ejecute eficientemente el 100% del
presupuesto que se le asigna. Luego, avanzaremos en tener más recursos.
Actualmente, tenemos una educación secundaria de medio tiempo, los chicos están
4,5 horas en clase. Eso tiene que cambiar: necesitamos más profesores, mejor
infraestructura, cambios curriculares. Es un reto complicado y, cuando lo
hagamos, se va a necesitar más plata.
¿Por
qué tenemos una secundaria a medio tiempo?
Así ha sido desde hace 30 años. Un profesor de secundaria
recibe un salario de 24 horas, no se le puede pedir que trabaje 40. Cambiar
todo nuestro sistema de educación secundaria va a tomar varios años. No es algo
que se va a resolver en este gobierno ni en el próximo.
Hay
críticos que sostienen que la mayor parte del presupuesto se gasta en
burocracia o en salarios.
La mayor parte del gasto es en remuneraciones a docentes.
Y nuestro gasto en bienes, servicios e infraestructura debería subir. Los
cambios no solo deben hacerse en el ministerio, también en los gobiernos
regionales y en las UGEL.
Existe
la percepción de que la reforma pública magisterial está detenida. ¿La
impulsará?
Pensamos avanzar en cuatro frentes: carrera docente,
infraestructura, aprendizajes y gestión. El más importante es la carrera docente,
debido a que un sistema educativo es tan bueno como lo sean sus profesores. En
esta semana se planteará un cronograma para las distintas evaluaciones. También
va a haber una reubicación de los docentes que entraron a los tres niveles de
la carrera pública magisterial. Hablamos de 150 mil docentes que darán la
prueba de reubicación. Tenemos que entrar en un proceso de revalorización de
docencia.
El
Sutep parece oponerse a la lógica meritocrática. ¿Qué tanto va a influir en el
sector?
Tuvimos una reunión la semana pasada que fue muy positiva
y razonable. Creo que podemos lograr un trabajo conjunto con ellos. El Sutep es un sindicato importante y tiene
capacidad de negociación. No obstante, hay temas, como lograr una educación de
calidad, en los que ellos y nosotros estamos completamente alineados.
¿Qué
tipo de educación será el foco de su gestión?
Tenemos que avanzar en varios frentes. Los bajos
resultados muestran que debemos nivelar los saberes previos [de los alumnos].
Todos los que acaban la primaria deben tener el razonamiento matemático mínimo
y saber comprender textos. También se debe reforzar la educación técnica
superior. No puedo decir que se priorizará esta y no la otra.
¿Para
cuándo se ha reprogramado el examen a directores y subdirectores que fue
postergado ya dos veces?
Esta semana saldrán dos resoluciones ministeriales con las
fechas de las evaluaciones a directores, las evaluaciones de reubicación de
docentes y los procesos de capacitación.
¿Han
calculado cuánto les costó estas postergaciones?
No tenemos la cifra ahora. Hay una asignación que se dará
este año para compensar el gasto que hicieron los profesores para trasladarse
hasta las capitales de las provincias.
Entrevistador: RAÚL CASTRO PÉREZ / LUIS GARCÍA BENDEZÚ
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